Julio de 1981. A días del decisivo choque entre Boca y Ferro para definir el campeonato Metropolitano 81, el talentoso volante verdolaga Julio César Jiménez confiesa su admiración por el aliento de la hinchada de Boca pero a la vez se muestra algo preocupado por la presión de la Bombonera.
Fuente: página 79 de la edición número 3225 de la revista El Gráfico.