14 de agosto de 1983, estadio Monumental. Enojados con el plantel profesional de River por una huelga que habían hecho, los pocos hinchas millonarios presentes llegan al límite de no gritar los goles de su equipo. Cosa que queda documentada en la foto donde puede verse los festejos de los jugadores por el gol a Newells pero a sus hinchas de fondo y cómodamente sentados en la platea Belgrano.
Un caso insólito pero que a la vez describe a la perfección a una hinchada jamás acostumbrada a alentar a sus colores en la adversidad.
Un caso insólito pero que a la vez describe a la perfección a una hinchada jamás acostumbrada a alentar a sus colores en la adversidad.
Fuente: revista Estadio.