En una nota tratando de encontrarle explicación a las pobres actuaciones del Boca de Aimar como visitante, El Gráfico habla abiertamente del clima de la Bombonera. Y llega a la conclusión de que el calor popular, más el aliento incesante y ruidoso de la hinchada de Boca ayudan a que los jugadores boquenses se superen.
Nada que nos sorprenda. Sólo que nos da un poco de lástima (?) que cuando haya que hablar del Jugador -1 jamás se pueda hablar de esas cosas. No hay caso.
Fuente: revista El Gráfico número 3650, correspondiente al 19 de septiembre de 1989.