Lo que más nos gusta de toda esta operación montada hace tiempo por La Corpo de River, es que no hace falta ser un gran analista literario para darse cuenta de cómo derrapan cada día y medio. Sólo basta con sentarlse a leerlos un rato y listo. Por caso, vamos a comparar cómo tituló el Olé de Farinella, los últimos dos superclásicos oficiales antes de que River se vaya al descenso. Estamos hablando de los partidos jugados por el Apertura 2010 en el Monumental y por el Clausura 2011 en la Bombonera.
Lo que primero salta a la vista es que en el de noviembre de 2010, hay acelerador a fondo, cierta agresividad y bastante de desahogo en el “Le rompió el alma”. La situación de Boca y River por aquellos días era bastante irregular, con Cappa despedido del banco millonario unos días antes y con Borghi y su cabeza en la guillotina boquense. Pero la realidad es que mientras Boca hacía cuentas para entrar a la Libertadores River las hacía para no caer en Promoción. No importa (?), lo concreto es que River ganó 1 a 0 y según Olé, River le rompió el alma a Boca. Un titular algo gallina exagerado. ¿Fue tan así? Por la forma, seguro que no. Ya que fue un partido bastante chato y en el que River, muy asustado después del gol, se metió todo atrás en el final. Por lo que significó en aquellas horas, creemos que tampoco. La derrota, muy dolorosa como la de cualquier superclásico, no provocó en la gente de Boca ni banderazos, ni rotura de vidrios, ni toma de Hall, ni pinchadura de neumáticos. Y mucho menos maíz o silencio. Lo único fue que Claudio Borghi presentó su renuncia. Pero a la hora en que Olé titulaba su web, el Bichi todavía era DT de Boca.
Se nota un gran ánimo de revancha en la persona que dijo “che, pongamos como título que “Le rompió el alma”...”. Cosa que desde La Passucci entendemos perfectamente y no criticamos. Es más, admiramos. Es un gran titular del que se desprende un dato que nos enorgullece y nos da la razón: que Boca tiene alma. Según la Real Academia Española, la palabra Alma es “el espíritu, energía o parte principal de cualquier cosa que le da espíritu, aliento y fuerza a ese algo”. Para nosotros, hinchas de Boca, no es ninguna novedad que Boca tenga alma. Es más, el alma de ese Boca es su hinchada que siempre lo acompañó desde el 3 de de 1905 sin importar triunfos o derrotas. La única objeción que tenemos para Olé es que el alma boquense no se va a romper jamás y mucho menos por un partido sin ninguna trascendencia en la historia de ambos clubes. Que al Olé de Farinella se le haya escapado que Boca tiene alma es un fallido que no hace otra que reconocer la mística boquense. Esa que tanto queremos y defendemos. Pero sigamos.
El escenario del superclásico de mayo de 2011 era bastante más dramático. Por lo menos para River. Aunque el Boca de Falcioni soñara con sumar puntos que lo clasifiquen a la Sudamericana. Para el equipo millonario era una enorme prueba de carácter y un envión anímico a cinco fechas del final con el objetivo de enterrar definitivamente el fantasma del descenso.
El resultado como todos sabemos fue victoria boquense por 2 a 0. ¿Qué tituló el Olé de Farinella? “La vida es bella”. Probablemente jugueteando con el tema de la película de Palermo. Pero demasiado ambiguo, timorato y poco jugado. Casi neutro. Y sobre todo inexpresivo para graficar un superclásico tan trascendente. Como si no se quisiera dar el brazo a torcer herir la susceptibilidad del hincha riverplatense. A años luz del bestial “Le rompió el alma” de siete meses antes. Pero si miramos un poquito entre líneas aquí tenemos otra buena noticia.
Estamos convencidos que invirtiendo los titulares la cosa se ajustaría mucho más a la realidad de ambos clubes en ese momento. Pero está este temita del alma. ¿Boca le puede romper el alma a River? Difícil, porque para eso River debería tener una. ¿Y River la tiene? Por lo demostrado en esas últimas 7 fechas del Clausura 2011 y en los dos partidos de Promoción estamos tentados de pensar que no. Mirar sus conquistas internacionales, siempre de local o ante el equipo del ejército de Rumania, no nos cambia el pensamiento. Analizar declaraciones de gran cantidad de ex jugadores millonarios que siempre pusieron en duda o hasta cuestionaron abiertamente a sus propios hinchas, tampoco nos ayuda mucho. Que directamente simpatizantes millonarios lo reconozcan luego de la mítica eliminación de Copa del 8 de mayo de 2008, nos confirma lo que siempre sospechamos. Que River no tiene alma, pero quiere una y en lo posible que sea muy parecida a la de Boca. Pero lamentamos informarle a los hinchas millonarios que eso no se logra de un día para el otro y mucho menos se puede imponer a la fuerza desde titulares de diario.