Octubre de 1988. Declaraciones de Claudio Marangoni ratificando la distancia sideral que hay entre jugar en Boca y cualquier otro equipo. Y esto no pasa porque sí, sino por cómo es el hincha de Boca. Un tipo muy pasional que genera "un compromiso moral para con la camiseta".
El Nro. 12 apoya incondicionalmente la camiseta desde las tribunas y exige esa misma actitud dentro del campo de juego. Nada nuevo, pero son declaraciones que cobran más valor en la boca de un crack que se identificaba más con la técnica que con la garra y que vistió las camisetas de otros tres equipos grandes de la Argentina.
Boca es único en la Argentina y en el mundo. Y es único por su gente, por cómo es su hinchada a la hora de exigir, no jogo bonito ni caños, sino camisetas transpiradas al final del partido.
Fuente: revista El Gráfico número 3604 correspondiente al 1 de noviembre de 1988.