12 de marzo de 1986, Bombonera. En una nota en los vestuarios luego del triunfo 3 a 2 a Argentinos Juniors, el Chino Tapia habló de cómo influye el Jugador Nro. 12 con su aliento. Esa tarde Boca remontó un partido muy chivo y terminó ganándolo gracias al empuje de su hinchada.
Y nos encanta que se diga que ese aliento incondicional que tantas veces ayudó y ayuda a dar vuelta resultados, si tiene un aspecto negativo, es que justamente empuja a nuestros jugadores en forma irracional hacia el arco rival. Ese aliento es el motor que impide bajar los brazos y el que hace luchar cada pelota cómo la última sin medir consecuencias.
Ojalá en otros equipos los jugadores se quejaran de que el aliento de sus hinchas es tanto que a veces se van para adelante en forma desordenada. Pero no. En esos equipos, el aliento se pide encarecidamente.
Fuente: revista El Gráfico número 3467 correspondiente al 18 de marzo de 1986.