8 de junio de 1986, Bombonera. Por el partido de ida en la final de la Liguilla Pre-Libertadores, Boca cae derrotado 2 a 0 ante Newell’s. El segundo gol rojinegro, a falta de 9 minutos para la finalización del partido, pareció sentenciar la suerte de Boca de cara a la revancha en Rosario que iba a terminar en hazaña. Pero si de algo sabe El Jugador Nro. 12 es de hacerle frente a la adversidad y ser el sostén anímico del equipo. Por ese motivo, los jugadores fueron despedidos con una ovación que se hizo grito en toda la cancha de Boca. Una canción que por vieja, nunca pasa de moda.
En ese junio de 1986 Boca llevaba sobre el lomo 5 años sin títulos, una crisis terminal superada y nada menos que, por entonces, River vigente campeón del fútbol argentino. Todas cosas que podrían haber alterado los ánimos boquenses para despedir al equipo en forma bastante más cruel Pero no. El hincha de Boca apoyó. Como hizo y hace siempre.
Fuente: revista El Gráfico número 3479 correspondiente al 10 de junio de 1986.