31 de marzo de 1974, estadio Monumental. Boca cae derrotado 3 a 1 por el campeonato de Primera División en un partido algo (?) polémico. Y no es que Boca haya reclamado 7 penales en 20 minutos por agarrones en el área. El arbitraje de Ducatelli fue lo suficientemente concreto para sentenciar el superclásico dejando a Boca con 8 jugadores y dándole un penal a River.
Pero más allá de lo anecdótico, lo que pasó esa tarde en Núñez fue muy fuerte. Tras las rojas a Potente a los 31 del primer tiempo y a Nicolau a los 20 del segundo, Boca acorraló a River contra su arco. Y si ya 9 contra 11 era silencio atroz de La -1, cuando fue expulsado García Cambón faltando 10 minutos, se desató el carnaval. No en la tribuna local, obvio, que estaba pálida del susto, sino en la popular visitante.
Boca, empujado por su hinchada, metió a River dentro de su área y tuvo varias situaciones de gol ante el nerviosismo de los jugadores locales que miraban como su hinchada estaba en silencio.
Así que amigo Passucci, cuando usted escuche a un hincha de River hablarle de “en las malas mucho más”, de “no alcanzan las tribunas” o de “les demostramos lo que es River en las malas”, sepa que usted está frente a alguien que no sólo empezó a ir a las canchas en 2009, sino que todavía a esta altura de los acontecimientos, no tiene la menor idea de lo que es alentar en la adversidad y que su grito meta a un equipo rival dentro del arco.
Fuente: revista El Boquense número 2 correspondiente al 2 de abril de 1974.
Fuente: Esto es Boca número 42 correspondiente al 1 de abril de 1974.