Julio de 1991. A punto de regresar al fútbol argentino, Gerardo Manuel Reinoso hacía un balance de su por entonces muy exitosa estadía en la Universidad Catòlica de Chile. Paso que ponía al mismo nivel que los realizados en Independiente y River, ya que (en aquel entonces) eran equipos ofensivos que peleaban siempre arriba.
Pero la Vieja, al imaginar su llegada a Boca, dejaba bien en claro cual era la diferencia con todo el resto. Jugar con el aliento de toda su hinchada.
Reinoso tiene razón. Claro que es una locura jugar teniendo al Nro. 12 a favor. Es una hermosa locura que nació con la fundación de Boca y que algunos envidian en el fondo de sus fríos y oscuros corazones,
Fuente: revista El Gráfico número 3743 correspondiente al 2 de julio de 1991.
Gracias al Passucci Víctor