Nada nuevo dirá usted, amigo Passucci. Claro. Los hinchas de Boca somos tremendamente afectivos y capaces de levantar a un muerto con nuestro aliento. En la adversidad alentamos más fuerte y somos el pulmotor de nuestros jugadores cuando se quedan sin aire. Somos únicos y siendo así ayudamos a que Boca sea un club único en el mundo.
No hay museo, no hay vitrina ni diario deportivo que pueda hacerle sombra a la hinchada más grande del mundo: la de Boca. Las demás serán reconocidas por su paladar pero jamás por hacerse fuertes en la adversidad.
Fuente: libro "Futbol: juego, deporte y profesión", autor César Luis Menotti.
Gracias al Passucci Pedro