Fuente: diario Crónica correspondiente al 15 de diciembre de 1969.
La cosa es que algunos dirigentes millonarios trataron de tapar el sol con las manos y abrieron los grifos pensando que Boca no iba a dar la vuelta. Hay que ser verde eh... Hubo vuelta olímpica, hubo hinchas de Boca invadiendo el campo de juego para festejar, hubo un Marzolini que hasta dio dos vueltas olímpicas y hasta hubo un muy emocionado Don Alfredo Di Stéfano, DT de Boca, quien pese a ser una gloria de River y del Real Madrid, no titubeó en declarar que “probablemente fue la alegría más grande de mi vida”. Hasta de eso es capaz Boca. De emocionar a un tipo estrechamente vinculado a River.
El Jugador Nro. 12 paseó su alegría en el mismísimo Hall y tomó por asalto las calles para emprender una caravana multitudinaria hacia la Bombonera.
Para guardar en nuestros corazones. Acá no hubo pelota naranja pero hubo vuelta completa con aplausos de los plateistas de River. Probablemente el paladar negro de la San Martín premiaba el fútbol de aquel equipo conducido por Alfredo Di Stéfano.
Y veamos también, ya que no hay motivo para dejarla de lado, la opinión de los medios partidarios boquenses acerca de la Madre de todas las Vueltas Olímpicas. Párrafo aparte al zoom en los plateitsas de River aplaudiendo los festejos de Boca campeòn en su propia cara. Eso es asumirse como hijo sin ningún tipo de histerias: