13 de abril, estadio Monumental. River empató 1 a 1 con Newell's por la fecha 12 del campeonato de Primera División. Pero la noticia destacada fueron los silbidos del público local para con uno de sus propios jugadores. Estamos hablando nada más y nada menos de que de silbidos al hijo de Ángel Labruna, Omar.
Ni siquiera la muy buena campaña de aquel equipo riverplatense sirvió como para que su hostil hinchada se relajara un poco y haga el intento de alentar a su equipo. Una pena.
Nadie que haya pasado por River, pero nadie en serio, estuvo a salvo del hostigamiento cruel del hincha millonario. Ni siquiera con el apellido Labruna.
Fuente: revista El Gráfico número 3158 correspondiente al 15 de abril de 1980.