7 de diciembre de 1990, cancha de Huracán. Por la fecha 17 del Apertura 90, River hizo las veces de local ante Gimnasia en cancha de Huracán. Su triunfo 1 a 0 con gol de Silvani fue festejado por muy pero muy poca gente ya que la cancha estaba prácticamente vacía.
Lo más llamativo es que ese River estaba segundo a 1 punto de Newell's y a dos fechas del final del campeonato, la dirigencia millonaria jamás pensó que ante una mudanza obligada, el Jugador -1 le iba a dar la espalda al equipo tan alevosamente.
River tuvo que alquilar la cancha de Huracán porque se había comprometido a ceder su estadio a los Testigos de Jehová, quiénes ese fin de semana llenaron en forma absoluta las tribunas del Monumental. Lo que demuestra que donde hubo fe, donde hubo ganas de creer, fue posible llenar estadios. Los escépticos, los que necesitaban ver o ganar para creer, ese fin de semana elijieron quedarse en su casa cómodamente sentados. Aún con su equipo peleando una instancia decisiva.
Todo nuestro respeto a los Testigos de Jehová. No así al Jugador -1.
Fuente: Sólo Fútbol número 286 correspondiente al 10 de diciembre de 1990.
Todo nuestro respeto a los Testigos de Jehová. No así al Jugador -1.
Fuente: Sólo Fútbol número 286 correspondiente al 10 de diciembre de 1990.