Que un jugador de Boca trabe con la cabeza es una de las cosas que más nos puede llegar a emocionar. Pero si va a trabar con los pies, también nos conmueve que vaya con la autoridad suficiente como para ganar la pelota, obvio, y al mismo tiempo desmoralizar al rival. Las dos cosas juntas. Si a eso le sumamos entrar tan a fondo como para pinchar la pelota, estamos con condiciones de decir que un nuevo Passucci ha nacido. El Passucci Insaurralde.
Así tiene que trabar un jugador de Boca. Ninguna concesión a la hora de enfrentar a un tipo que pretende desbordar y meterse en el área boquense. Bienvenidos los tapones del Passucci Insaurralde aquel domingo 20 de mayo de 2012 en cancha de Racing. Porque los triunfos 2 a 0 en Avellaneda, van y vienen. Ese tipo de actitudes y compromiso, no. Es lo que nos hace únicos en el mundo. Larga vida y todo nuestro reconocimiento al Passucci Insaurralde.