14 de septiembre de 1977, Glorieta. Tras el penal atajado por el Loco Gatti a Vanderley del otro lado del charco, Boca derrotaba a Cruzeiro en el Centenario y conquistaba su primera Copa Libertadores. Así que fue cuestión de minutos que las calles del país en general, y del barrio en particular se llenaran de hinchas en dirección a la Bombonera. Desde la puerta misma del club salieron camiones a puro bocinazo para festejar lo que hoy vemos como algo normal y a otros clubes les lleva una vida de sufrimiento y tortura (?): ganar una Copa.
De fondo aparece esa Glorieta que hoy es sinónimo de choris, lomitos y punto obligado de reunión para todo aquel que quiera respirar un poco de mística boquense. Nunca está de más.