Fuerte el título, fuerte la nota. Pero ¿a qué se hace referencia cuando se habla de “vivir un infierno”? Uno podría calcular que se trata de soportar silbidos, insultos, tomas de Hall para pedir su renuncia y hasta proyectiles por parte del club de sus amores. Todas cosas que efectivamente pasaron. Pero no.
Lo que verdaderamente atormentó a Labruna durante ese segundo semestra de 1980, fue que el cabaret en el que se había transformado River,, empezó a invadir su vida privada. Al punto de recibir amenazas telefónicas y hasta un tarro de pintura (o brea según algunos medios) arrojado en el frente de su casa.
Fuente: revista River número 1859 correspondiente al 16 de septiembre de 1980.
Por supuesto muchos riverplatenses aún hoy día, salen al cruce afirmando rápidamente que esos ataques al Feo fueron hechos por, cuándo no, hinchas de Boca.
Pero lo que esos hinchas no cuentan es que por aquel entonces, Labruna estaba enfrentado a algunos jugadores del plantel de River. Por caso, el uruguayo Carrasco y el Negro Ortiz.
Enfrentamientos en los que el Jugador -1 apoyó abiertamente a los jugadores y en los que le dio la espalda a Labruna. Dar la espalda es una forma de decir. En realidad, lo insultaron.
Fuente: revista Goles Match número 1668 correspondiente al 15 de diciembre de 1980.
Fuente: revista El Gráfico número 3171 correspondiente al 15 de julio de 1980
La respuesta de Carrasco sobre el tarro de pintura en la casa de Labruna puede quedar a libre interpretación del lector:
Fuente: revista Goles Match número 1655 correspondiente al 15 de septiembre de 1980.
Lo que difícilmente pueda interpretarse de otra manera es que la hinchada de River haya insultado a Labruna en 1980, momento en que era el DT tricampeón. ¿O también fueron hinchas de Boca camuflados dentro de su tribuna?