9 de noviembre de 1985, estadio Monumental. Por la última fecha de la primera rueda del campeonato 1985/86, River puntero derrotaba a Platense 3 a 1 y estiraba su ventaja a 4 puntos sobre Deportivo Español. ¿Una tarde redonda? Nada que ver. El Jugador -1 se las ingenió para mostrar su increíble falta de apoyo.
Silbó al equipo de Veira porque el primer tiempo había terminado sin goles. Y esa actitud iba a generar un momento de alta tensión a los 14 del segundo tiempo cuando Francescoli puso el 2 a 0. El uruguayo no pudo reprimir sus sentimientos hacia esa gente que lo trataba con indiferencia por no hacer goles durante un par de fechas.
Así de agradecida e incondicional fue la gente de River con uno de sus máximos ídolos y con ese equipo que iba primero, iba derecho a salir campeón y se terminaría convirtiendo en el más exitoso en la historia de River.
Fuente: revista El Gráfico número 3449 correspondiente al 12 de noviembre de 1985.