1 de agosto de 1976, estadio Monumental. Por la ronda final del Metropolitano 76 a jugarse en canchas neutrales Boca enfrenta a Huracán en un duelo definitorio entre los dos mejores equipos del campeonato. Partido jugado bajo un verdadero diluvio y que se definió con una bomba de larga distancia disparada por el Chino Benítez.
El triunfo catapultó a Boca al título y tuvo todos los condimentos de una gran victoria boquense. Incluso la de ser superado por el rival para terminar imponiéndose en base a fuerza y garra. Si a eso le agregamos el barrial que era el campo de juego, podemos decir que aquella tarde, hasta los más habilidosos se vieron empujados a tirarse de cabeza por defender nuestros colores. Lo que nos llena de orgulla y de felicidad.
Y acá aparece el caso del Toti Veglio. Un jugador elegante que terminó siendo condecorado por la orden del barro. ¿Qué es la orden del barro? Un intangible que llevamos todos los boquenses dentro del alma y que nos potencia. Nos hace más guerreros. También nos hace ver a nuestra camiseta mucho más hermosa si está totalmente embarrada como sinónimo de lucha y esfuerzo.
Fuente: revista El Gráfico número 2965 correspondiente al 3 de agosto de 1976.