6 de marzo de 1988, Bombonera. Por la segunda rueda de la temporada 1987/88, Boca recibe a Banfield y lo derrota 2 a 0. Triunfo que daría un poco de aire y dos puntos más a una campaña bastante irregular de aquel equipo dirigido en ese momento por Pastoriza.
Pero más allá del triunfo sin mucho brillo ante un rival que marchaba directo al descenso, la gente de Boca se fue feliz de la cancha esa tarde. Cantando y dejando en claro que nuestro ADN jamás se caracterizó por complicar esto llamado fútbol más de allá de lo normal. Si se gana, se festeja. Si se gana, somos felices. No es tan difícil.
Que los demás tengan complejos que no les permitan disfrutar de sus triunfos es un problema de ellos. Que el periodismo y los demás pongan al paladar negro, a la triple G, a la posesión, al ping pong o a lo que fuera como elemento de distracción para justificar sus propias miserias no nos mueve ni un milímetro de donde estamos parados. En la vereda de las cosas simples y como son. Si gana Boca, somos felices.
Fuente: revista El Gráfico número 3570 correspondiente al 8 de marzo de 1988.