4 de diciembre de 1977, Bombonera. Por el torneo Nacional 77, Boca recibe a Cipolletti de Río Negro y le gana 4 a 1, en lo que iba a ser el segundo partido oficial de Carlitos Squeo con la azul y oro. El primero, con Quilmes unos días antes, no fue el debut soñado ya que se iría expulsado a los 30 del segundo tiempo.
Pese a semejante extreno y venir proveniente de Racing, su recibimiento y despedida en la Bombonera aquella tarde con Cipolletti fue a puro aplauso. ¿Motivos? Dejar la vida defendiendo nuestra camiseta. Ir a todas las pelotas como si fueran la última. Con algunos excesos, es verdad, pero nada que el hincha de Boca no pueda perdonar si ve que la azul y oro es honrada a pura transpiración.
Este tipo de jugadores son siempre bienvenidos a nuestro equipo. Aún con limitaciones técnicas y excesos, los queremos de nuestro lado porque nos garantizan vernos reflejados a nosotros. Y lo más importante, nos da la tranquilidad que nuestra camiseta, nuestra identidad y nuestra historia son respetadas.
Fuente: revista El Gráfico número 3035 correspondiente al 6 de diciembre de 1977.