16 de septiembre de 2001, estadio Monumental. Por la sexta fecha del Apertura 01 Boca visitó a River y sufrió un peloteo incesante en su arco. Pero entre la actuación de Oscar Córdoba y la mala puntería de los jugadores millonarios, el resultado se mantuvo 0-1 a tiro hasta los instantes finales.
Y fue allí, faltando pocos minutos y ya con hasta algunas bengalas encendidas en la tribuna local, cuando Boca tiró un par de ollazos y empató el partido. Resultado que motivó el silencio absoluto de La -1 y los insultos finales a sus jugadores. El Chapulín Cardetti fue el blanco preferido aquella tarde para descargar toda la frustración y demostrar una vez más, que el aliento en la adversidad no es el fuerte de esta gente.
Fuente: diario Olé antes de que Farinella sea director, correspondiente al 17 de septiembre de 2001.
Gracias al Passucci Mariano