Marzo de 1995. Un joven Darío Scotto previo a su paso por Boca, recién llegaba a Rosario Central y contaba sus sensaciones tras el debut. Y al hablar de tribunas llenas cayó en la comparación más correcta de todas: la hinchada de Boca.
El Jugador Nro. 12 siempre fue el modelo a seguir a la hora de hablar de hinchadas con convocatoria y aliento. Claro que Boca, a diferencia de los demás, lo sostiene durante toda una vida. Y le suma fidelidad e incondicionalidad. Que los demás miren y aprenda.
Fuente: revista El Gráfico número 3937 correspondiente al 21 de marzo de 1995.