Nos parece mentira estar hablando de una movilización popular que lo único que pide es que por favor se vendan entradas para los hinchas de Boca. Nos parece mentira, pero es una triste realidad. Tener que lidiar con un problema así hace un par de años atrás, hubiera sido inconcebible.
Pero un buen día Boca dejó de venderles entradas a sus hinchas, y nos acostumbramos. Otro buen día se había cerrado la inscripción de socios, y también lo tomamos como algo pasajero. Pero no. Acá estamos. Pasan los años, pasan los jugadores, pasan los dirigentes y se le sigue dando la espalda al jugador más importante que tuvo y tiene Boca: el Nro. 12.
Estas acciones, aparte de atentar en forma directa contra la esencia del equipo más popular de la Argentina, trajeron aparejadas situaciones muy cómicas como que otros clubes y sus medios de comunicación partidarios, se crean en condición de poder pararse frente a un hincha de Boca para hablar de igual a igual en un rubro que les es totalmente desconocido. Pero eso es lo de menos.
Que Boca (sin vender entradas) nunca más salga primero en la tabla de recaudaciones no nos importa en absoluto. Eso les interesará a los que hablan de campeonatos de rating (que no ganan), de campeonatos económicos (que tampoco ganan), de récords de metros de tela (que tampoco ganan) y de cantidad de camisetas suplentes vendidas (?).
Pero que hinchas de Boca, y sus hijos, y los hijos de sus hijos, crezcan sin poder ver nunca a Boca en la Bombonera es algo que no podemos avalar de ninguna manera. Pensemos en esto un minuto y tomemos concienca de la gravedad de la situación. ¿O acaso no es una locura que un nieto de Mouzo, de Rattín o del Tano Pascual no puedan ir nunca más a la Bombonera a alentar a Boca?
Para nosotros es una obligación moral estar presentes este 26 de noviembre. En paz, tranquilos, con nuestros hijos y cantando por Boca. Disfrutando de una tarde en el barrio más hermoso del mundo.
Desde nuestro humilde lugar, proponiendo que desde Brandsen 805 hagamos una caminata en familia hasta las boleterías de Casa Amarilla. Y de acá en adelante, poniéndonos a disposición de nuestros dirigentes para aportar ideas, para buscarle la vuelta a un tema que, por más complejo que sea, tiene solución. Y más si nos tiramos todos juntos a trabar de cabeza.
Así que este 26 de noviembre de 2012 a las 16 hs, vamos ir a la Bombonera para pedir que nos vuelvan a vender entradas. No pedimos que se vaya nadie. Pedimos por favor que los hinchas de Boca que no sean socios puedan volver a la cancha.
Esta caminata simbólica que proponemos desde la Bombonera hasta las boleterías de Casa Amarilla, tiene como único objetivo unir dos lugares muy sensibles para nuestro corazón.
Este 26 de noviembre vení con tu familia a la Bombonera y volvamos a hacer la fila en las boleterías. Como escuchaste. Vení como en las viejas épocas, con tu diario, tu mate, tus sandwiches, tus gaseosas. Vení a hacer la cola y pidamos que nos devuelvan lo que siempre fue nuestro: el derecho a comprar una entrada para ver a Boca.
Pero un buen día Boca dejó de venderles entradas a sus hinchas, y nos acostumbramos. Otro buen día se había cerrado la inscripción de socios, y también lo tomamos como algo pasajero. Pero no. Acá estamos. Pasan los años, pasan los jugadores, pasan los dirigentes y se le sigue dando la espalda al jugador más importante que tuvo y tiene Boca: el Nro. 12.
Estas acciones, aparte de atentar en forma directa contra la esencia del equipo más popular de la Argentina, trajeron aparejadas situaciones muy cómicas como que otros clubes y sus medios de comunicación partidarios, se crean en condición de poder pararse frente a un hincha de Boca para hablar de igual a igual en un rubro que les es totalmente desconocido. Pero eso es lo de menos.
Que Boca (sin vender entradas) nunca más salga primero en la tabla de recaudaciones no nos importa en absoluto. Eso les interesará a los que hablan de campeonatos de rating (que no ganan), de campeonatos económicos (que tampoco ganan), de récords de metros de tela (que tampoco ganan) y de cantidad de camisetas suplentes vendidas (?).
Pero que hinchas de Boca, y sus hijos, y los hijos de sus hijos, crezcan sin poder ver nunca a Boca en la Bombonera es algo que no podemos avalar de ninguna manera. Pensemos en esto un minuto y tomemos concienca de la gravedad de la situación. ¿O acaso no es una locura que un nieto de Mouzo, de Rattín o del Tano Pascual no puedan ir nunca más a la Bombonera a alentar a Boca?
Para nosotros es una obligación moral estar presentes este 26 de noviembre. En paz, tranquilos, con nuestros hijos y cantando por Boca. Disfrutando de una tarde en el barrio más hermoso del mundo.
Desde nuestro humilde lugar, proponiendo que desde Brandsen 805 hagamos una caminata en familia hasta las boleterías de Casa Amarilla. Y de acá en adelante, poniéndonos a disposición de nuestros dirigentes para aportar ideas, para buscarle la vuelta a un tema que, por más complejo que sea, tiene solución. Y más si nos tiramos todos juntos a trabar de cabeza.
Así que este 26 de noviembre de 2012 a las 16 hs, vamos ir a la Bombonera para pedir que nos vuelvan a vender entradas. No pedimos que se vaya nadie. Pedimos por favor que los hinchas de Boca que no sean socios puedan volver a la cancha.
Esta caminata simbólica que proponemos desde la Bombonera hasta las boleterías de Casa Amarilla, tiene como único objetivo unir dos lugares muy sensibles para nuestro corazón.
Este 26 de noviembre vení con tu familia a la Bombonera y volvamos a hacer la fila en las boleterías. Como escuchaste. Vení como en las viejas épocas, con tu diario, tu mate, tus sandwiches, tus gaseosas. Vení a hacer la cola y pidamos que nos devuelvan lo que siempre fue nuestro: el derecho a comprar una entrada para ver a Boca.