5 de mayo de 1996, Bombonera. Por la octava fecha del Clausura 96, Boca estrena oficialmente los nuevos palcos sobre la calle Del Valle Iberlucea y recibe a Gimnasia, tras jugar varios partidos como local en cancha de Vélez. Pero el regreso no fue el soñado. Gimnasia se despachó con una terrible goleada por 6 a 0.
El quinto gol, a pocos minutos de iniciado el segundo tiempo, terminó de sepultar cualquier tipo de ilusión que tuvo la gente de Boca en ese entretiempo capaz de noquear a cualquier hinchada menos a la de Boca.
El autor fue el Beto Márcico al convertir un penal en el arco de Casa Amarilla y su gol demostró que el Nro. 12 es incondicional, es seguidor y fiel, es de fierro en la derrota, pero también es por demás respetuoso y agradecido con quienes dejaron hasta la última gota de transpiración en la azul y oro. Y que el reconocimiento a los que defendieron y honraron la camiseta de Boca está más allá de un resultado ocasional muy adverso.