El miércoles 7 de noviembre de 2012 en Catamarca quedaron un par de cosas muy claras. Primero, que Almeyda miente alevosamente cuando dice que “Boca va a las provincias y no llena”. Y segundo, que el aliento incondicional del Nro. 12 está más allá de un triunfo o una derrota, como terminó siendo esa noche ante Arsenal por la Supercopa Argentina.
Pero estas cosas, aunque el Olé de Farinella y sus hinchas de River 2.0 se niegan sistemáticamente a reconocer, son banderas que siempre levantó y levanta el hincha de Boca. Acá no se empezó a hablar de tribunas cuando Farinella tuvo ganas. Desde el 3 de abril de 1905 Boca es sinónimo de pueblo.
Lo que también quedó claro esa noche, y bienvenido sea, es que La Passucci somos todos. Somos los que llevamos adelante este blog, los que tuiteamos, los que usamos facebook, los que mandamos mails y los que escaneamos. Pero principalmente los que vamos por la vida trabando de cabeza por la mística boquense. Como el Passucci que llevó ese tremendo trapo a la cancha.