1 de agosto de 1978, estadio WillPark, Karlsruhe, Alemania Federal. Todos sabemos lo que pasó en aquella jornada dentro del campo de juego. Boca goleó 3 a 0 al Borussia Moenchedgladbach y se coronó campeón del mundo por primera vez en su historia. El tema es que vale la pena rescatar lo que pasó también en las tribunas. El Jugador Nro. 12 dio cátedra una vez más.
Que un hincha rival de aquel Borussia reconozca y se emocione con nuestra hinchada, habla a las claras de lo que puede generar en propios y extraños el aliento del Jugador Nro. 12.
Tras el pitazo final, un grupo de 100 hinchas de Boca invadió el campo de juego para dar la vuelta olímpica junto a los jugadores. Y que la emoción de aquel hincha alemán lo lleve a querer compartir esa vuelta olímpica es un documento histórico.
Boca es un equipo de 11 jugadores vestidos de azul y amarillo, pero a diferencia de otros equipos, también es la gente que está permanentemente al lado suyo hacéndose sentir como un jugador más. Los boquenses somos protagonistas de lo que le toque vivir a nuestro equipo. Los demás son simples espectadores.
Fuente: diario Crónica correspondiente al 2 de agosto de 1978.