10 de noviembre de 1991, Bombonera. Boca escolta recibe a River puntero por el torneo Apertura 91. El partido es bastante chato, con apenas un par de llegadas por lado y un 0 a 0 final que dejaba mejor parado a River de cara a la recta final del campeonato.
El tema es que los jugadores millonarios desataron en el vestuario visitante de la Bombonera una suerte de festejo. ¿Por mantener la distancia en la tabla? No. Los festejos fueron porque con ese puntito inteligente cortaban una serie de victorias boquenses que fueron la piedra fundamental de la paternidad inaugurada por el Maestro Tabárez y que aún hoy en 2013, continúa vigente.
No somos quienes para juzgar si los empates se festejan o no. De última, es lo que cada uno hace, y como vemos en este caso, sirve como desahogo ante tanta humillación. Dar rienda suelta a la alegría ante una situación que les era totalmente nueva: jugar contra Boca y no perder. Apenas empatar.
Fuente: revista El Gráfico número 3762 correspondiente al 12 de noviembre de 1991.