Marzo de 1993. Tras el sufrido triunfo a Lanús 1 a 0 por el Clausura, Márcico daba una nota en donde contaba un poco su experiencia en el fútbol europeo y su vuelta a la Argentina del año anterior para salir campeón con Boca. Y en medio de la charla, el Beto hablaba en la faceta que más nos gusta oirlo y verlo. En la del hincha/jugador. Una raza que admitimos que está en grave peligro de extinción pero en la cual están depositadas nuestras esperanzas de ver un Boca con arraigo en su identidad.
Son estos tipos como Márcico los que le dan a Boca una rasgo distintivo a lo largo de la historia. Y es gracias a ellos que nosotros en la tribuna, nos vemos representados dentro del campo de juego. Algo que nos pone muy orgullosos.
Fuente: revista El Gráfico número 3832 correspondiente al 16 de marzo de 1993.