28 de julio de 976, estadio Monumental. Tras perder la final de ida de la Libertdores por 4 a 1, River derrota a Cruzeiro de Brasil 2 a 1 y fuerza ir a un partido desempate a jugarse en Chile. ¿Usted cree que esto fue motivo de festejo por parte de La -1? No señor. Fieles a su historia, fue todo muy frío, como un grito hueco según la nota. Hoy se lo llama "festejo europeo". Pero, más allá de que nombre le pongamos, es marca registrada en la historia de ese club. Es parte de su ADN. Carecer completamente de emoción. Jamás ser optimistas y dar rienda suelta a algo parecido a la pasión. Falta de convicción y carácter.
Y si ni siquiera te hace soltar la cadena una final de Libertadores, la cosa es mucho más grave de lo que pensamos. Por suerte este tipo de documentos confirma todo lo que vemos domingo a domingo.
Fuente: revista El Gráfico número 2965 correspondiente al 3 de agosto de 1976.