27 de febrero de 1991, Bombonera. Boca recibe a River abriendo la primera fase de la Copa Libertadores. Grupo compartido con los equipos bolivianos Bolivar y Oriente Petrolero y que tendría una apasionante definición (?). Pero ese es otro tema.
Aquella noche Boca terminó el primer tiempo 3 a 1 abajo en el marcador. Y para la segunda parte, aparte del empuje del Nro. 12 a puro aliento fue necesario empujar a River contra su arco. A base de centros pero también a base de patadas como la del video. Este hachazo de Blas merece todo nuestro reconocimiento. No sólo por haberle sacado las ganas de vivir (?) al mejor jugador visitante, sino por sus consecuencias psicológicas. Fue aplicada en el momento justo cuando River trataba de toquetear para enfriar el partido. Error. Con Giunta en cancha nadie toquetea.