Diciembre de 1977. Gran frase cierra esta nota. Una frase que trataba de justificar los aplausos a un joven Hugo perotti que llevaba casi tres meses jugando en Boca. O sea, cero trayectoria. Pero esos aplausos ya premiaban algo. El esfuerzo, su garra para ir al frente. Su incansable búsqueda, jugando bien, mal o regular. Y eso el hincha de Boca lo aplaude.
Fuente: revista El Gráfico número 3035 correspondiente al 6 de diciembre de 1977.