El Pato Fillol volvió a su pueblo natal para pasar unas merecidas vacaciones luego de un año exitoso. Allí se reencontró con familiares, viejos amigos y su primer empleador. Quien charla, charla viene, soltó la lengua y contó las correrías de Ubaldo siendo un joven hincha de Boca.
Fuente: revista El Gráfico 2935 correspondiente el 7 de enero de 1976.