Cuentan las malas lenguas (?), que durante el segundo mandato del ex presidente radical Hipólito Yrigoyen (1928-1930), se creó un diario ficticio para que el presidente de turno pudiera leer sólo buenas noticias redactadas por gente de su entorno. De más está decir que aquella información que se le hacía leer era falsa y tenía como objetivo justamente eso: hacerle ver una realidad paralela.
La leyenda del “Diario de Yrigoyen” continúa más vigente que nunca en estos días. Existen varios medios que evitan hablar sobre determinados temas y se encargan de llevar adelante una agenda tendenciosa para poner de buen humor a sus adeptos. Pero hay uno en particular que ni siquiera disimula un poco. Teléfono Farinella (?), afamado periodista encargado de comandar Olé, el “Diario de Yrigoyen” que tiene River en estos tiempos de vacas flacas para el club de Núñez. Y que durante el primer semestre de 2011 en particular, se lució tratando de imponer a la fuerza una realidad muy distorsionada sobre River.
¿Por qué decimos que Olé fue el “Diario de Yrigoyen” de River? Porque mientras el club de Núñez transitaba calculadora en mano un semestre dramático en su historia deportiva, desde el Olé de Farinella se redobló la campaña para construir y vender a un River en óptimas condiciones: ordenado institucionalmente, apoyado multitudinariamente por sus hinchas, desplegando un fútbol exquisito y hasta con aspiraciones a campeón. Lo que se dice flor de realidad paralela.
Así las cosas, empezaron a sucederse en fila, todas notas que apuntaban en esa dirección. Algunas descaradas, otras gloriosas (?). Todas con el mismo objetivo, negar la realidad, vender espejitos de colores. Pasen, lean y traten de no cagarse de risa:
Olé, 3 de abril de 2011. Una nota casi de ficción firmada por John Jones. Magia pura. Mención a que el gol en affside con que River le ganó a Quilmes fue muy fino (?) y que ese equipo de Jota Jota López estaba armado para la guerra pero tenía empeines de algodón que honraban los manuales de historia del club. Tremendo.
Olé, 3 de abril de 2011. Mismo partido, casi misma nota. Se habla hasta de tiki tiki y de un River que tomaba la punta del campeonato gracias al triunfo de Boca sobre Estudiantes. Se insiste en que el gol en off side fue muy fino, pero se redobla la apuesta justificando que era muy difícil de ver para el asistente. Por supuesto que nadie se detiene a pensar que el rival era un Quilmes que estaba a esa altura casi deshauciado. River era sensación.
Olé, 4 de abril de 2011. Tras la vuelta de Buonanotte no venía nada mal una nota donde se empezaran a poner objetivos un poco más ambiciosos que evitar la Promoción. River iba a luchar por el título. Sí, por el título.
Olé, 11 de abril de 2011. Nos sacamos el sombrero ante la superproducción que copó por aquellós días la web: "Matías es de película". La operación por un River que se alejaba de la Promoción e iba a pelear el campeonato ponía segunda y apretaba el acelerador. De paso podemos ver como se le aplicaba a Boca un titular bastante pesimista y que poniéndonos estrictos debería haber sido para el Millonario: "Cada vez más negro". No importa, el "Matías es de película" es colosal.
Olé, 17 de abril de 2011. Acá empezaron los nervios de River yendo a buscar el puntito ante un Gimnasia que se caía a pedazos. Sin embargo la nota de Federico Nogueira prefirió ver el vaso medio lleno. Frases como "el empate a veces es un gran aliado", "River fue a La Plata con la idea de no arriesgar y traerse un punto que lo mantenga como único líder" y la genial "el Millonario mantuvo el cero en su arco por tercer partido consecutivo y se fue contento" todavía trataban de sostener la quimera de un River peleando el campeonato.
Olé, 28 de abril de 2011. Una que sabemos todos. River visitaba la cancha de Racing y sus hinchas agotaron 3.000 populares y 500 plateas en pocas horas. En el párrafo final se desliza cierto malestar por las pocas entradas disponibles "teniendo en cuenta la gente que viene llevando River". Mención especial para la palabra "aguante" y que "ya es habitual en River" agotar 3.500 entradas. Impresionante.
Olé, 15 de mayo de 2011. Acá empieza el derrape. La derrota en la Bombonera reinstalaba el fantasma del descenso. Los sueños de campeón había que archivarlos para otra oportunidad. Por ese motivo se le da forma a una nota lisérgica, surrealista, de ciencia ficción. No tiene desperdicio. Sobre todo para los que estuvimos a metros de la tercera bandeja visitante esa tarde. Textualmente dice "...los que sí pudieron llevarse un premio fueron los hinchas, por alentar hasta el hartazgo...". Hay otros renglones que son directamente maravillosos: "...faltando una hora para el inicio del clásico, los 4.500 fanáticos del Millo ya habían copado el estadio Alberto J. Armando para desplegar sus banderas y desatar una verdadera fiesta..:".
El final es sublime: "...y así lo fue durante todo el partido, pese a las adversidades. Lejos de insultos y reproches, el error de Carrizo en el primer gol y la expulsión de Almeyda fueron cambiadas por palabras de apoyo. Ese aliento se extendió hasta el final, a pesar del trago amargo. Un galardón a los hinchas por su entrega...". Le ponemos 9 passuccis sobre 10.
Olé, 16 de mayo de 2011. En algunos medios se reclamaban siete penales para River. Sin embargo Olé eligió ponderar la figura de Matías Almeyda tras el papelón de irse expulsado presa de un ataque de nervios. Martín Blotto arranca a todo vapor: "...cualquier hincha de River hubiera reaccionado así. Con bronca, con impotencia, con ganas de pegarle a cualquiera que se le cruzara en el camino...". Por las dudas se machacó con que Almeyda jugó con el temperamento de siempre y que tuvo el corazón caliente.
Olé, 16 de mayo de 2011. Horas después de "Corazón caliente" empezó la operación que iba por todo. La idea ya no era salvarlo de la suspensión sino que directamente le saquen la tarjeta roja. Un pedido entendible porque a River se le venían 5 finales pero a la vez bastante ambicioso.
Olé, 6 de junio de 2011. River empató con Colón de local y la Promoción ya estaba la vuelta de la esquina. Almeyda salió llorando del vestuario tras el partido y nuestra amiga (?) Verónica Drygallo, la misma que sabe y mucho del tema rating, le tira varias flores al Pelado. Anotemos: "Almeyda es el símbolo de este River. Símbolo de la lucha y la entrega cuando cruza como líbero, recupera e inicia la jugada del empate. Símbolo del contagio de los hinchas que se envalentonan cuando discute con Moreno y Fabianesi o con el Bichi Fuertes...". La verdad, pura emoción.
Olé, 25 de junio de 2011. A esta altura de los acontecimientos las cartas estaban echadas. Por más que algunos periodistas vía twitter propusieran comprar al árbitro o directamente copar el hotel donde descansaba el plantel de Belgrano y tirar bombas de estruendo.
Olé quemó los últimos cartuchos con una gran tapa. La bajada es excelente: "rezan por River en el muro de los Lamentos. El ruego ya es universal".
De pie señores. Esto es sólo una parte del gran trabajo realizado por el “Diario de Yrigoyen” de River pero que se topó con un pequeño problema: River. Su fragilidad espiritual y el ADN de sus hinchas fueron mucho más contundentes que toda la arenga mediática desplegada. Y la historia terminó como tenía que terminar. Con un equipo que no pudo reponerse a la adversidad y con una hinchada que en lugar de alentar se quedó en silencio y rompìó su estadio.