26 de septiembre de 1976, Bombonera. Boca recibe a River por la fecha 3 del Nacional. El partido se da dentro de un trámite trabado y bastante pobre. Pocas llegadas a los arcos y últimos 20 minutos de bajada de cortina por parte de ambos equipos, evidentemente conformes con el puntito. Pero la sorpresa viene con el pitazo final del árbitro. Los hinchas de River desataron una suerte de festejo por llevarse un empate de La Boca, lo que de ninguna manera está mal. ¿Dónde está escrito que ciertos empates no pueden festejarse? No hay que ser hipócrita.
Este superclásico de 1976 no lo ganaba Boca 3-0 y River terminó empatándolo. Apenas era triunfo boquense 1-0 con gol de Mastrángelo a los 20, hasta que empató Passarella de penal a los 35 del PT. Y eso no eclipsó la alegría de la hinchada millonaria por llevarse un 1-1 final. Hablar es fácil. Tener memoria, no.
Este superclásico de 1976 no lo ganaba Boca 3-0 y River terminó empatándolo. Apenas era triunfo boquense 1-0 con gol de Mastrángelo a los 20, hasta que empató Passarella de penal a los 35 del PT. Y eso no eclipsó la alegría de la hinchada millonaria por llevarse un 1-1 final. Hablar es fácil. Tener memoria, no.
Fuente: revista El Gráfico número 2973 correspondiente al 28 de septiembre de 1976.