3 de septiembre de 1983, cancha de Ferro. Boca perdía 4 a 0 y se comía tremendo baile contra Ferro por la fecha 16 del Metro 83. Pero para Passucci perder por goleada no significa bajar los brazos. De ninguna manera. Perder por goleada es no defender la azul y oro. No transpirarla.
Luchar hasta el final, no dar por perdida ninguna pelota, marcar a muerte haciéndole sentir el rigor al adversario es, en definitiva, honrar la camiseta de Boca. Y eso es justamente lo que valora el Jugador Nro. 12. Y de lo que se enorgullece.
Pobres los que decidieron alentar a su equipo pero solo si juega bien. Y que ahora se están replanteando seriamente cambiar de identidad.
Fuente: revista El Gráfico número 3335 correspondiente al 6 de septiembre de 1983.