Entre ambas fotos pasaron un poco más de 70 años. Toda una vida. Y en ese tiempo transcurrido entre fines de la década de 1930 y comienzos de la década de 2010, podriamos quedarnos en la fácil de decir lo obvio. Los tiempos cambiaron. Claro que sí, es innegable. Las vestimentas son distintas, el fútbol cambió, la sociedad está más violenta... todo bárbaro. Sería de necios decir que nada cambió.
Pero entrecerremos un poquito los ojos y miremos ambas fotos. ¿Qué vemos? Un grupo de hinchas de Boca abarrotando un tren y llevando nuestros colores con mucho orgullo. Eso nos da la pauta que si bien muchísimas cosas han ido modificándose con el paso del tiempo, hay algunas que siguen más firmes que nunca. Estamos hablando de la pasión del hincha de Boca. Su fidelidad, su popularidad siguen vigentes como el primer día.
Hoy nos toca vivir un momento de la historia en donde desde muchos lados nos ametrallan con que los tiempos han cambiado. Cosa que por supuesto admitimos. Pero hay muchos oportunistas que escudándose en que los tiempos cambiaron nos quieren hacer creer que Boca tiene que jugar de violeta, rosa o verde flúo. Los mismos oportunistas que también nos dicen que la Bombonera debe terminar sus días como Anfiteatro para partidos de tenis y Boca debe construir un nuevo estadio a cinco cuadras. Los oportunistas son eso. Oportunistas. Ven la oportunidad de priorizar los ingresos económicos y van al frente con pitos y matracas. Y ahí es donde nosotros cruzamos de vereda. Nosotros priorizamos a Boca. Los ingresos económicos deben estar al servicio de Boca y no al revés. El famoso tema de los límites.
Si nos detenemos un segundo en ambas fotos tal vez podamos ver que todos nosotros estamos de paso. Los jugadores, los directores técnicos, los dirigentes y los hinchas. Todos. El único que no está de paso es Boca. Y lo tenemos que cuidar.. ¿Por qué? Porque hoy ssomos nosotros los que nos sacaremos fotos para que dentro de otros 70 años los hinchas de Boca puedan verlas y deleitarse con nuestra gloriosa historia.
Y esas fotos que nosotros queremos dejarles a los boquenses del futuro son vestidos de azul y oro y adentro de la Bombonera.