23 de febrero de 1986, Bombonera. Gran triunfo 4-3 a Huracán en la temporada 1985/86 y estruendosa ovación a Milton Melgar en lo que fue su cuarto partido en Boca. Acción que hoy abriría un interminable debate en las redes sociales (?) sobre si es merecido o no corear el nombre de un jugador con 4 partidos con la azul y oro.
La cosa es que en aquel momento, el tipo vino, jugaba bien, transpiraba la camiseta y no había tanto drama ni histeria colectiva (?) para andar filosofando sobre si merecía una ovación o no. Se lo ovacionaba y listo.
Porque como dice el periodista en la nota, la hinchada de Boca es así. Pasional, vehemente, no sabe de términos medios. Y gracias a Dios somos así.
Fuente: revista El Gráfico número 3464 correspondiente al 25 de febrero de 1986.