1 de junio de 2003, Bombonera. Por la fecha 14 del Clausura 2003, Boca recibe a River y le levanta un 0-2 que terminó siendo 2-2 gracias a los dos goles del Mellizo Guillermo. Pero aquella tarde donde a Ahumada le gustó la fiesta de la Bombonera, el recibimiento a los jugadores visitantes fue con miles de plumas.
Tanto el micro en el playón como los 11 jugadores riverplatenses en el campo de juego fueron recibidos de la mejor forma posible. Recordándoles que son gallinas. No tanto por haber quedado afuera de la Libertadores días antes frente al América de Cali sino por toda una historia que los emparenta con un mote que es casi una forma de ser: ser una gallina. Y las gallinas tienen plumas. No hay mucho más que explicar.