viernes, 24 de enero de 2014

Invasión monumental Metro 1981: las canchas se invaden con gente y no con cotillón

¿Cómo se copa una cancha ajena? ¿Cómo se invade territorio enemigo? Parecen preguntas muy obvias. ¿Cómo se gana un duelo de tribunas? Un debate que nunca hizo falta bajar a tierra pero que hoy creemos necesario hacerlo desde que River vino a La Boca en el Clausura 2004 con un par de tirantes y varios globitos blancos y rojos y sólo con eso se animaban a cantar que eran locales. Pobrecitos... (?)
Acostumbrados a vivir en la mentira que les vende Olé y en la mentira que ellos mismos tratan de sostener, seguramente por lo acomplejados que están, llevar cotillón no es algo malo. Para nada. De hecho, suma. Pero, ¿de qué sirve el cotillón en una tribuna callada o sin que rebalse de gente? No sirve absolutamente de nada. El cotillón mudo de River es nada. 
Para ganar un duelo de tribunas, para copar una cancha rival hay que hacerlo obligatoriamente con gente. El cotillón suma pero la gente gritando y alentando tiene que estar.
Por suerte, siempre hay hinchas de Boca que tiene las cosas claras y actúa en consecuencia:

Carta de lectores, diario Olé.

Y como no nos gusta debatir sin argumentos en la mano, y no nos queremos agarrar solamente de las palabras de este lector que tapó su error de comprar el Olé trabando de cabeza como corresponde, vamos a mostrar la invasión monumental 1981.

Hablamos del superclásico de la segunda rueda del Metro jugado el 5 de julio de 1981 en un estadio Monumental con los hinchas de Boca copando Centenarios, Belgranos y metiendo gente en la San Martín. Ojo. Hubo papelitos, banderas azul y oro. Pero la gente es la que invadió esa cancha helada en pleno julio. La gente de Boca diseminada por todos los rincones del estadio. La gente de Boca colgando banderas y gritando los goles en la San Martín.

Hinchas de Boca gritan el gol de Diego en la San Martín Baja.

Hinchas de Boca gritan el gol de Diego en la San Martín Baja.

Bandera de Boca en la San Martín Alta.

Explota la San Martín Baja con el gol de Boca.

Gorritos de Boca copando la Belgrano Baja.


Gorritos azul y amarillos, hinchas de Boca gritando un gol de Boca en la San Martín. A eso llamamos invadir una cancha enemiga. Si solo ocupáramos la Centenario Alta con tirantes y globos eso no sería ninguna invasión. Sería solamente cotillón. Y para cotillón mudo está River y cientos de hinchadas, como por ejemplo la del Lecce de Italia. Muy reconocida por sus tirantes (?).


Las tribunas y los estadios que invadió el Número 12 a lo largo de la historia fueron con hinchas que alentaron a Boca a puro grito. Con camisetas, gorros, banderas y vinchas. Pero básicamente con gente. Así se invade una cancha.