viernes, 11 de julio de 2014

La tristeza no es sólo brasileña

Nos da mucha pena ver a los brasileños en estos días. Uno ve la tapa de Lance! (pasquín brazuca como el Olé de Farinella) y piensa. Qué tristeza, qué vergüenza ajena, qué gris hay que ser para depender de otros equipos para poder derrotar a tu rival de toda la vida. Tener que salir a comprar una bandera alemana, buscar donde las venden, tomarse un bondi, juntar los mangos, pagarla y después lucirla orgullosos. Agitarla y gritarle al mundo "yo no puedo con él, por favor ganenle ustedes". Tristísimo lo de Brasil. Pondriamos un ejemplo tan triste como el de los brasileros pero no se nos viene nada a la cabeza. ¿A ustedes? ¿Recuerdan casos parecidos de doblecamisetismo triste?