Noviembre de 1944. Los festejos de Boca campeòn, nuestra estrella número 14, incluyeron vuelta olímpica en cancha de River y como no podía ser de otra manera, una de las tradiciones boquenses más hermosas: el casamiento de Pedrín el Fainero con la novia Miss Campeonato. Deseada por todos, incluso por ese ricachón afeminado vestido de frac y camisa blanca con banda roja, pero que terminó del brazo de nuestro Pizzero italiano, cantando y bailando por las calles de La Boca. Imaginamos el asombro de esa muchacha al conocer en primera fila lo que es una verdadera fiesta popular.
El ritual fue cumplido religiosamente y seguido por una verdadera multitud para terminar en la Bombonera y confirmar que Boca es el pueblo. Su hinchada es lo que hace a Boca y en este caso a sus festejos, un equipo único en el mundo. Así fue siempre y así seguirá siendo.
Fuente: revista Boca número 117 correspondiente al 9 de diciembre de 1944.