Muchas veces a lo largo de la historia, gran parte del periodismo deportivo acusó a Boca de jugar mal, ser un equipo defensivo y aburrido. Algunas veces con razón pero muchas otras destilando miserias personales en busca de instalar ese concepto, los hinchas de Boca sabemos perfectamente cuándo nuestro equipo juega mal y cuándo no. Para que esos periodistas se queden tranquilos (?), los boquenses somos capaces de ver la diferencia entre un cambio de frente de Marito Zanabria y uno del Bombón Rosada. Pero este tema, que a muchos parece quitarles el sueño y les lleva toda una vida de frustración, a los boquenses no nos impide seguir alentando a Boca y festejando sus triunfos. Y parece que eso molesta.
Pobrecitos los que se enorgullecen de no festejar o directamente silbar sus triunfos logrados sin jugar bien. Hay que ser de hielo para proceder así. Pero no los juzgamos. Nosotros somos felices gritando por Boca, acompañándolo, alentándolo y festejando sus victorias más allá de cómo juegue. Ver a la azul y amarilla retirarse de un campo de juego triunfal es un motivo de orgullo y alegría.
Esa crítica que recibe y recibió Boca, a veces en forma sistemática y hasta en sus ciclos más exitosos, es un arma potencialmente peligrosa.
Hagamos un ejercicio. Veamos algunas notas escritas a comienzos y a lo largo de 1976. ¿Qué hubiera pasado si los hinchas de Boca compraban ese discurso y pedían la cabeza del Toto Lorenzo obligándolo a renunciar? Nos hubiéramos perdido un par de vueltas olímpicas.
Fuente: revista El Gráfico número 2941 correspondiente al 18 de febrero de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2942 correspondiente al 25 de febrero de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2943 correspondiente al 3 de marzo de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2946 correspondiente al 24 de marzo de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2946 correspondiente al 24 de marzo de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2948 correspondiente al 7 de abril de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2965 correspondiente al 3 de agosto de 1976.
Fuente: revista El Gráfico número 2965 correspondiente al 3 de agosto de 1976.
Fuente: revista El Gráfico número 2974 correspondiente al 5 de octubre de 1976
Fuente: revista El Gráfico número 2978 correspondiente al 2 de noviembre de 1976
La crítica siguió durante 1977, pero ya con un bicampeonato en el bolsillo y con Boca de lleno en busca de los éxitos internacionales, el discurso fue maquillado casi por obligación. Tampoco daba para decir que Estudiantes de Buenos Aires puntero de la B jugaba mejor que Boca casi a punto de ser campeón de América.
Fuente: revista El Gráfico número 3004 correspondiente al 3 de mayo de 1977
Fuente: revista El Gráfico número 3006 correspondiente al 17 de mayo de 1977
Así que queremos llevar tranquilidad a quienes se viven rasgando las vestiduras y hablando días, semanas y años sobre lo feo que juega Boca. Sepan que somos capaces de darnos cuenta. De lo que no seremos capaces nunca, es de dejar de alentar a Boca o no festejar sus triunfos. Así nacimos y así moriremos.