sábado, 22 de diciembre de 2012

Abandono vs Botafogo 2007



27 de septiembre de 2007, estadio Monumental. Histórica noche de River en Copa Sudamericana. Primero por estar en una competición internacional y no pasar vergüenza. Eso ya es mucho. Y segundo, por remontar una serie frente a un equipo brasilero. No de los más fuertes y en condición de local, pero era un equipo brasilero al fin. El Botafogo.
La cosa es que cuando la mano venía muy torcida, cuando el Botafogo se puso 2-1 a los 20 del segundo tiempo y parecía que avanzaba de ronda, muchos hinchas de River abandonaron el estadio. Pero muchos en serio, la mayoría plateistas. Y cómo habrá sido de alevoso el abandono, que fue premio Chenemigo de Olé. Obviamente estamos hablando de un Olé en donde Farinella no era el director así que no tenía traumas en contar la realidad de los hechos.
Algunos hinchas abandonaron el estadio para irse a sus casas, pero varios miles increíblemente se fueron para ocupar los mejores lugares en el Hall que a esa altura pintaba como el centro de operaciones para insultar y pedir que se vayan todos.
Irse de la cancha a la casa es condenable. Pero irse para ir al Hall es tristísimo. Tan triste como haberse perdido semejante levantada de River. Esa noche se la podría recordar como "la hazaña que logró River y que mucha gente se perdió de ver". Una nueva demostración de que las cosas que logró River las hizo a pesar de su gente.
Fuente: diario Olé correspondiente al 28 de septiembre de 2007.

El video es contundente. Varias perlas para destacar: recibimiento tibio (había que dar vuelta un 0-1) aunque sin puteadas (salvo la histórica platea San Martín, tal como cuenta Tití Fernández). Luego se pasa al silencio, con la victoria parcial de Botafogo aparecen los insultos (silbidos para el "alquilado" por Mariano Closs, el colorado Lussenhoff, al irse expulsado. Curiosamente Ahumada se fue aplaudido, claro, todavía no había dicho nada sobre el "silencio atroz") y la huída masiva de los plateístas. Y el grito "hay que gritar que esta noche se va Aguilar", un hit que duró unos 4 años, hasta que Aguilar se fue... cuando votaron a Passarella (también insultado esa noche en la que era DT). Evidentemente el grito quejoso del hincha de River no sirve para cambiar nada. Luego el partido siguió y llegaron los goles de River para acercarse en el marcador casi sin apoyo del público. Y luego sí, faltando 10 minutos y con un gol para clasificar, aparecen los panqueques hinchas. Felicitaciones al equipo de River de ese partido. Lograron una hazaña de espaldas a su gente, con muchos que se fueron y otros que se quedaron para insultar o para ver el partido en silencio. Fernando Niembro termina diciendo "quizá el mojón para cambiar la historia". Y se equivocó. No cambió la historia: todos los logros de River fueron, son y serán a pesar de sus hinchas.