26 de agosto de 1945, Bombonera. Por la segunda fecha de la segunda rueda del torneo de Primera División, Boca recibe a Estudiantes de La Plata. Una jornada que se mostraba muy esquiva tras el gol del Pincha en el comienzo del segundo tiempo y la expulsión enseguida de José Marante.
Pero como tantas veces a lo largo de la historia, en esos momentos adversos donde en el campo de juego no aparecen las respuestas, dio la cara el Jugador Nro. 12 para empujar desde afuera y ayudar a que Boca construya una nueva hazaña.
En los últimos 20 minutos con goles de Sarlanga y dos de Boyé, Boca se llevó por delante al rival y dio vuelta el partido. No hay cansancio físico ni inferioridad numérica que pueda salirse con la suya si los de afuera empujamos y empujamos a puro grito. Y si lo hacemos en la Bombonera, todos los milagros están al alcance de nuestra mano.
En los últimos 20 minutos con goles de Sarlanga y dos de Boyé, Boca se llevó por delante al rival y dio vuelta el partido. No hay cansancio físico ni inferioridad numérica que pueda salirse con la suya si los de afuera empujamos y empujamos a puro grito. Y si lo hacemos en la Bombonera, todos los milagros están al alcance de nuestra mano.
Fuente: revista Boca correspondiente al 28 de agosto de 1945.