26 de septiembre de 1984, cancha de Ferro. Transitando una de las peores campañas, ocupando los últimos puestos de la tabla y en medio de una crisis institucional y económica sin precedentes en la historia del club, Boca visitó a Ferro por la segunda fecha de la segunda rueda.
El partido jugado entresemana, a la noche y bajo un diluvio torrencial hubiera espantado a más de uno. Pero la hinchada de Boca dijo presente y colmó su tribuna popular. Lo que motivó el reconocimiento, casi admiración, del propio presidente verdolaga, Santiago Leyden.
Nuestra historia tiene cientos de estos ejemplos en donde el Jugador Nro. 12 rinde y muestra fidelidad a la camiseta y alienta a los 11 jugadores que salgan al campo de juego con ella. En este caso, muchos juveniles.
Si la camiseta de Boca sale a la cancha allí estaremos nosotros alentándola a puro grito. Como tiene que ser.
Fuente: revista El Gráfico número 3391 correspondiente al 2 de octubre de 1984.