domingo, 17 de marzo de 2013

La madre de todas las avalanchas 1981

Para que se produzca una avalancha tienen que coincidir muchos factores. Primero y principal, tiene que haber una tribuna popular con gente parada. Segundo, que esa tribuna popular esté casi pegada al arco en cuestión. Nadie hará avalanchas estando lejos del arco. Tercero, una obviedad, esa tribuna tiene que estar repleta. Y cuarto pero no menos importante, es que esa gente que está parada en una tribuna a punto de reventar, tenga sangre en las venas, sea pasional. Que si la pelota se está yendo desviada cerca de un palo quieran empujarla para que entre. Y que si esa pelota va derecho al gol, no importe nada más que abrazarse con el de al lado, con el de arriba. Abrazarse todos juntos para festejar.
En una avalancha común (?) los pies tienen el tiempo justo para ir bajando los escalones apenas tocándolos. Pero hay oportunidades en que la marea humana baja hacia el alambrado sin que la gente pueda apoyar sus pies en el cemento. Literalmente la gente va en el aire. Para ejemplificar este tipo de casos, nada mejor que lo que en La Passucci hemos denominado, la madre de todas las avalanchas:



2 de agosto de 1981, Bombonera. Boca puntero recibe al escolta Ferro en la antepenúltima fecha del Metro poniendo prácticamente en juego el título de campeón. Faltando pocos minutos, un pase en cortada de Diego deja al Mono Perotti con chances de quedar mano a mano con Barisio. Perotti aguanta un trancazo que a otro tipo de jugador hubiera tirado al piso, y ante la salida del arquero toca suave y a un costado. La marcha de la pelota fue acompañada por una avalancha histórica en la tribuna de Socios. Incluso hay quienes dicen que esa pelota iba camino a pegar en el palo, pero esa avalancha de la hinchada de Boca desvió mágicamente (?) su recorrido mientras unos a otros se empujaban en el aire para empezar a festejar el gol.

Avalanchas hay en todos los estadios del mundo, menos en el de River claro, que detrás del arco no tiene populares sino plateas y que encima están bastante alejadas del campo de juego. Sus hinchas tampoco ayudan a ese tipo de expresiones populares.
La madre de todas las avalanchas ocurrió no casualmente en el arco de Casa Amarilla y en la Bombonera. Una cancha que si algo es, es el escenario perfecto para que los hinchas de Boca podamos sentirnos como en nuestra casa.

Gracias al Passucci Chapa por conseguir el video que días después fue subido al canal de YouTube de BocaJrsHD.