viernes, 23 de diciembre de 2011

El día que el Jugador Nro. 12 salió campeón del mundo

Defender la mística boquense, no solo lo disfrutamos sino que por suerte no nos representa un gran esfuerzo. Con mostrar hechos, con exponer verdades, alcanza y sobra. Es fácil. Después están los que aceptan la realidad y los que tratan de negarla, photoshopearla o esconderla. Una lástima por ellos y por lo triste que debe ser eso. Pero no nos vayamos del tema. Hoy vamos a hablar del día que el Jugador Nro. 12 se consagró como campeón del mundo.
En la historia de la Copa Intercontinental con la modalidad de un solo partido disputado en Japón, competición que tuvo su lugar entre 1980 y 2004, un total de 32 clubes tuvieron el honor de disputarla. Hablamos de honor, más allá del rival que tocara en suerte, porque futbolísticamente a nivel clubes, era el trofeo más importante. Algunos equipos fueron a Japón en varias ocasiones, otros una sola vez. 
El 28 de noviembre de 2000 le tocó el turno a Boca por primera vez en su historia ya que la Copa Intercontinental 1977 fue ganada como visitante en Alemania, tras el partido de ida contra el Borussia Moenchengladbach en la Bombonera.
Hay que reconocer que tener como rival al Real Madrid en pleno amanecer de la era galáctica, le dio bastante más brillo a esa final. Si enfrente hubiera estado un Steaua Bucarest equipo con menos gloria, seguramente no hubiera sido lo mismo. La cosa es que con dos goles de Palermo en el arranque, Boca golpeó primero y terminó ganando aquel histórico partido por 2 a 1.
La Passucci toma ese logro de Boca y lo celebra como algo muy importante en la historia del club. Es innegable. Pero ojo que es un logro que muchos otros equipos han logrado. Incluso equipos de la B han llegado a consagrarse campeones del mundo en Japón. ¿A dónde queremos llegar? A que ese día ocurrió otro hecho muy significativo en la historia de Boca. A algo que hace única e inigualable a su hinchada. Ese 28 de noviembre de 2000 pasó algo tan importante como levantar la Intercontinental. Ese día, antes de comenzar el partido, el Jugador Nro. 12 también salió campeón del mundo. Así de clarito.
Porque el estadio Nacional de Tokio mostró un marco jamás visto en ese tipo de finales. Un marco multitudinario de hinchas, banderas, globos, sombrillas, telones y bombos. Algo inédito y que sólo el Jugador Nro. 12 pudo provocar. Estamos hablando de movilizar miles y miles de personas hasta el otro lado del planeta Tierra para alentar a su equipo. Sólo Boca lo hizo.
¿Cuántos hinchas de Boca hubo? 10.000. Una cifra aplastante a la que otros clubes ni yendo dos veces pudieron aunque sea llegar al 10% de ese número. Esto es así. Ningún otro club en la historia movilizó tanta gente. Y eso que tuvieron su oportunidad los hinchas de Nacional de Montevideo, Nottingham Forest, Flamengo, Liverpool, Peñarol, Aston Villa, Gremio, Hamburgo, Independiente, Argentinos Juniors, Juventus, River, Steaua Bucarest, Porto, PSV Eindhoven, Milan, Atlético Nacional de Medellín, Olimpia de Paraguay, Estrrella Roja de la hoy desaparecida Yugoslavia, Colo Colo, San Pablo, Barcelona, Vélez, Ajax, Borussia Dortmund, Cruzeiro, Real Madrid, Vasco da Gama, Manchester United, Palmeiras, Bayern Munich y Once Caldas. 32 clubes, 32 hinchadas. Ninguna le llega a los tobillos al Jugador Nro. 12.

El Jugador Nro. 12 tuvo su oportunidad de consagrarse campeón del mundo como hinchada y la aprovechó. Demostró su apoyo masivo e incondicional a Boca y dijo presente a miles de kilómetros de distancia.
Por si a alguien le hacía falta una prueba más del fervor boquense. Un fervor que tiene más de 100 años de historia y se manifiesta en forma espontánea sin necesidad de ser agitado desde titulares de diarios o páginas de internet.
Para el final queremos rogarles a los hinchas de River expertos en buscar excusas, que en esta oportunidad se esmeren para explicar lo que ponemos a continuación. Acá no sirve hablar de que estaba nublado, llovía o de las variables macroeconómicas y su impacto en los mercados bursátiles.



La hinchada de River, con el Plan Austral o en pleno apogeo del 1 a 1, dio lástima en Japón. Una verguenza que no estuvo ni cerca del Jugador Nro. 12.
Gracias al Passucci Jorge Comas por la colaboración.