26 de febrero de 1985, estadio José M. Minella, Mar del Plata. Se juega el superclásico por la Copa de Verano y las miradas de todos están puestas sobre Ruggeri y Gareca asomando al campo de juego con la camiseta millonaria para enfrentar por primera vez a Boca. Suceso que de entrada iba a ser ajusticiado como correspondía.
Gran acción de Roberto Passucci a poco de iniciado el encuentro, cortando y levantando por el aire toda la humanidad del Flaco Gareca. Jugada que, por supuesto, le valió la ovación del Jugador Nro. 12.
En La Passucci no avalamos la violencia, pero entendemos que el fútbol es un juego de hombres en donde por lo menos los boquenses, muchas veces, pensamos con el corazón más que con la razón. Y así actuaba Passucci dentro del campo de juego defendiendo la mística boquense.
Párrafo aparte, una pregunta. ¿a quién le interesa si Gareca perdonaba o no al hincha de Boca por los silbidos e insultos que se ganó esa noche ante semejante acto de traición?