jueves, 9 de febrero de 2012

Vamos a demostrar lo que es River en las malas

“Muchos años estuvieron, chamuyando la gilada, 
lo queremo’ ver a River, cuando le lleguen las malas. 
Y no dicen nada, no se escucha nada, 
le cerramo’ el culo a todas las hinchadas. 
No alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas, 
les demostramos, lo que es River en las malas”

Como chiste, excelente. Ahora hablando en serio, como canción de cancha en boca de la hinchada de River, hace agua por todos lados. Cualquier otro equipo del planeta podría cantarla y La Passucci debería quedarse a un costado sin meterse. Pero a River no podemos dejársela pasar. Así que esa parte que dice “y no dicen nada, no se escucha nada” pueden ir sacándola si quieren, porque nosotros vamos a decir y mucho sobre cómo es el hincha de River en las malas. Algo que nos encanta. La parte de “no alcanzan las entradas” charlenlo con el presidente de Deportivo Merlo que tuvo que guardarse entre 4.000 y 5.000 plateas. O con la gerenciadora de Ferro.
Una aclaración. Dejamos afuera de esto a los hinchas de River 2.0 que tienen 15 años o menos porque ellos, niños todavía, desde que empezaron a ver fútbol tienen una imagen algo distorsionada de la realidad. ¿Por qué? Porque en la A sólo se pueden llevar 3.500 hinchas de visitante y por sobre todas las cosas, porque a los hinchas de Boca no los dejan comprar entradas para ir a la cancha. Y sobre todo porque Olé les repite noche y día que haberse ido a la B es motivo de orgullo. Allá ellos.
Pero a los hinchas riverplatenses más grandulones, incluso los que ya peinan algunas canas y todo, a esos que ni siquiera pueden mirar a los ojos al Jugador Nro. 12, les queremos recordar, por si lo olvidaron, cómo fue siempre el hincha de River en las malas. Pónganse cómodos, que la cosa va para largo (?).
Primero, queremos dejar en claro qué son las malas. Algunos apresurados podrán decir que este presente de River, ocupando el segundo puesto en la B Nacional, son las malas. De ninguna manera. Y no lo decimos por la extensa cobertura mediática a su favor con que cuenta el equipo de Núñez. Decimos que estas no son las malas porque los mismos protagonistas de River se encargaron de decir que no lo son. Y nos convencieron.

Entonces, ¿de qué malas estamos hablando? O es que la soberbia histórica de River le impide decir "la verdad, estamos en una categoría inferior y vamos a poner todo para subir lo más rápido posible". Así que le damos la razón a River y sus hinchas. Nos convencieron. La B es igual o mejor que la A. Entonces ¿cuáles son las malas?
Malas podrían haber sido, por ejemplo, afrontar la B con una quita importante de puntos y arrancar con un menos 18 por ejemplo, como se dijo en un momento. Cosa que obviamente quedó en la nada.

¿Cuáles son ejemplos de malas, pero malas muy en serio para River? Elegimos cinco momentos bisagra de su historia. Van en orden cronológico:
1) La final de Libertadores que perdió con Peñarol en 1966
2) Los 18 años sin salir campeón
3) River a punto de desaparecer en 1983
4) Eliminación de Copa Libertadores en 2008
5) Caer en Promoción y el descenso a la B Nacional en 2011
Claro que hubo otros momentos duros donde temblaron las estatuas del Hall, e incluso circunstancias en donde su hinchada abandonó al equipo. Pero malas, lo que se dice malas en serio para el hincha de River, fueron esos cinco momentos, sin dudas durísimos, pero que a la vez se convirtieron en oportunidades históricas de demostrar el amor por sus colores. ¿Y qué pasó? El hincha millonario silbó, insultó, rompió, le dio la espalda y hasta humilló a su propio equipo. Así de clarito.

La final de Libertadores que perdió con Peñarol en 1966
Nace el mote de gallina y la vergüenza se apodera del hincha riverplatense. Queremos detenernos en esta editorial bastante particular de una revista partidaria, que sintetiza a la perfección el sentimiento riverplatense. De apoyar en las malas ni noticias.
Fuente: editorial de la revista River número 1120, correspondiente al 24 de mayo 1966. Tomemos nota: 
“...en estos momentos quisiéramos destruir todo. E incluso a River. Sí, a River. A pesar del amor que le profesamos...”
“...nos guía un espíritu de destrucción...”
“...queremos que todo termine, que todo se destruya, porque para qué seguir viviendo...”
“...somos periodistas de River, pero sobre todas las cosas, hinchas de River. Y nosotros, hay que confesarlo en estos momentos, tenemos vergüenza. Sentimos vergüenza de ser de River...”
“...la desesperación nos lleva a no dejar nada en pie. Queremos barrer como un huracán, no dejando nada en nuestro paso. Para que no haya memoria de nada. Para que no quede ningún testimonio...”
“...la Copa de América terminó. No la supimos defender... nos faltó coraje, si se quiere, para evitar que nos la arrebataran...”.

Los 18 años sin salir campón
Como ya todos sabemos, de 1957 a 1975 River no ganó nada de nada. Pero lo que fue una racha muy negativa en cuanto a los éxitos deportivos, era al mismo tiempo una oportunidad excelente para que el hincha de River demuestre que en las malas estaba presente acompañando a su equipo. Esas sí que eran malas eh...
Es màs, hace muy pocos días un descarado simpatizante millonario nos quiso apurar con un mensaje conmovedor (?):
¿PORQUE NO HABLAN DE UNA HINCHADA QUE ESTUVO 18ANOS SIN SER CAMPEON Y REVENTO TODOS LOS ESTADIOS? EHHHHHH..... QUE PSAA QUE NO PUBLICVAN LOS MENSJAES...!

Por Dios, las barbaridades que hay que leer... Lo que es no tener vergüenza y una total impunidad para mentir. El hincha de River no reventó absolutamente nada. Acá adjuntamos un recorte del diario El Cronista de 1990 donde queda a las claras quiénes vendieron más entradas durante esos años.
La primera columna es el equipo campeón, la segunda el equipo que vendió más entradas y la tabla cierra con entradas vendidas y promedio de entradas por partido.
De todos los años en cuestión nos llama poderosamente la atención lo ocurrido en 1970. Resulta que River perdió el campeonato a manos de Independiente, recién en la última fecha y por un gol de diferencia. Lo que nos lleva a pensar que River estuvo a muy poco de salir campeón y sin embargo su hinchada, esa que supuestamente revemtó todas las boleterías, no pudo ni así salir primera en recaudaciones. Y eso que ya iban 13 años sin vueltas olímpicas. Imperdonable.

River a punto de desaparecer en 1983
Santilli asume la presidencia del club a principios de 1984 y una de sus primeras notas fue desgarradora: sin dudas 1983 fue una mala en serio ya que se llegó a hablar hasta de la desaparición de River. ¿Y qué pasó con el hincha ese año? Para empezar, fue bautizado por El Gráfico como “el fenómeno de las tribunas vacías”. Lapidario. No acompañó al equipo, insultó a los jugadores profesionales, no creyó en los pibes de las inferiores cuando les tocó jugar. Humilló a su equipo llegando al límite de alentar a los rivales en el propio Monumental y de no gritar los goles propios. Hasta Fillol fue insultado. Ese es el hincha de River.
27 de marzo de 1983, cancha de Huracán. Nueva Chicago y River empatan 1-1 por el Nacional 83. El momento del club de Núñez era complicado en los institucional y deportivo. Sus hinchas, en lugar de apoyar, le dieron la espalda al equipo. Muchos quedándose en sus casa, y los que iban a verlo, insultando.
La situación fue tan penosa, que no sólo Chicago llevó casi el doble de gente, sino que la revista El Gráfico habló del "fenómeno inédito del River de las tribunas vacías", ¿Eso es apoyar en las malas mucho más? Definitivamente no.
Fuente: revista El Gráfico número 3312 del 29 de marzo de 1983.

Enero de 1984. Hugo Santilli, recién asumido como presidente de River, habla de una situación terminal en el club de Núñez. En la nota de El Gráfico, una de las preguntas, confirma lo que todos vimos domingo a domingo durante 1983. La falta de apoyo del hincha de River.
Fuente: revista El Gráfico número 3354 correspondiente al 17 de enero de 1984.

Octubre de 1983. Desgarradoras confesiones de Enzo Francescoli tratando de encontrar una explicación a por qué River andaba tan mal futbolísticamente: "la gente no nos acompaña". Lapidario.
Fuente: revista El Gráfico número 3343 correspondiente al 1 de noviembre de 1983.

14 de agosto de 1983, estadio Monumental. River 1 Newells 0. Pero el hincha de River descargó toda su bronca para con los jugadores profesionales de su equipo. Los insultaron, les gritaron "gallinas" y los recibieron con cánticos hostiles.
Pero el colmo fue protestar fallos en contra de los rosarinos, gritar casi gol ante un tiro apenas desviado del Tata Martino, pedir la expulsión de Mostaza Merlo y contarle hasta diez a Messina lesionado en el piso.
Ah, el gol de River no lo gritaron y hasta hubo quienes se enojaron ante el triunfo. Resumiendo, el hincha de River alentando por Newell's y odiando a su equipo según palabras de El Gráfico..
Fuente: revista El Gráfico número 3332 correspondiente al 16 de agosto de 1983.

River corría peligro de desaparecer y sus hinchas, por las dudas, le dieron la espalda al equipo. Lo dejaron sólo y a la deriva. Suena muy duro, pero fue lo que pasó durante todo ese año.

Eliminación de Copa Libertadores en 2008
Nuevamente la vergüenza se hace presente en el hincha millonario. Esta sí que fue una mala en serio. Incluso, para un reconocido simpatizante director de un diario deportivo esta fue la más mala de todas las malas. El peor momento en la historia de River. Nos parece un poco exagerado, pero respetamos su opinión.
Al revés deportivo que reafirmó su mote de gallina, para colmo se sumaron las declaraciones de Juan Pablo Carrizo y Ahumada hablando de falta de aliento, silencio de sus hinchas y del verdadero apoyo de la hinchada de Boca hacia su equipo aún perdiendo. Peor escenario imposible.
Hubo escraches en la casa de Ahumada pero el hincha de River se manifestó masivamente en los partidos siguientes y de las más diversas formas. ¿Apoyando al equipo pese a la derrota? Nada que ver. Para empezar abandonó al equipo sin importarle que estuviera primero en el campeonato a pocas fechas del final. Y los pocos que fueron silbaron, insultaron, colgaron banderas muy hirientes y hasta llegaron al colmo de tirar maíz y pañales para recibir a sus jugadores. Eso es el hincha de River en las malas. Hostil con sus propios colores. Un tipo agresivo.


El descenso a la B Nacional en 2011
Este momento está todavía muy fresco en la memoria de todos. Y permanecerá allí por siempre. Estamos hablando de una mala con todas las letras. La despedida con Lanús la tarde que River quedó en promoción fue a puro insulto y escudos policiales para resguardar la integridad física de los jugadores millonarios. Pero las verdaderas malas estaban por venir: los dos partidos con Belgrano.
Se les pegó a los jugadores, se convocó a un banderazo de la bronca y el final de la película fue aterrador: silencio, silbidos, insultos, proyectiles, hinchas destrozando su propio estadio, saqueos. ¿Tirar piedras y romper las plateas para arrojar maderas es demostrar lo que es River en las malas?








Acá se puede observar al Jugador -1 en detalle viviendo una mala. Por las dudas, entre 60 y 70 custodios de seguridad privada, escoltan a los jugadores de River hasta la manga de seguridad puesta para evitar las agresiones y la violencia del hincha de River para con su equipo.


Esta B Nacional no se las puede considerar “las malas” ni por asomo. ¿Saben cuál podría ser una mala? Si de pronto River gallinea derrapa sobre el final del campeonato y pierde la chance de ascender. Ahí sus hinchas tendrían una buena oportunidad de demostrar lo que es River en las malas. Y ahí estaremos nosotros sentados delante del televisor para ver qué pasa.
Mientras tanto seguiremos escuchando una canción en la que se mienten a sí mismos. Porque a nosotros los hinchas de Boca, los que sabemos y recordamos cómo es el hincha de River en las malas, jamás nos podrán engañar. 

“A nosotros no nos vengan, a mentirnos en la cara, 
La Passucci sabe mucho, lo que es River en las malas. 
Y no digas nada, agachá la cabeza, 
vivís silbando a River, vos no tenés vergüenza. 
Putearlo a Labruna, romper toda tu cancha, 
ya nos demostraste, lo que es River en las malas”